Vivian Lavín Almazán

ESCRITORAS AGRUPADAS POR INSÓLITAS

El crítico y teórico estadounidense Harold Bloom, cuando era leído con veneración, tuvo la osadía de motejar como la “Escuela del resentimiento”, a aquellas  voces femeninas que se levantaban en contra de la inequitativa visibilidad de la literatura escrita por mujeres. Aquellas valientes escritoras se levantaban en momentos en que aún, a fines del siglo XX, se paseaban orondos estos dinosaurios de la literatura sin percatarse de la ausencia de mujeres a la hora de hacer un canon. Por eso es que la antologadora Teresa López-Pellisa no duda en declararse como “resentida que lucha por la justicia y la igualdad” a la hora de explicar por qué era necesaria una antología solo de féminas. Un amplio grupo de resentidas del que es parte la misma Teresa y al que nos sumamos muchas más integrantes de la industria editorial y que, como un coro, decimos basta.

Hace unas semanas, el reciente Premio Bienal Mario Vargas Llosa era criticado por centenares de autoras latinoamericanas que manifestaban su desacuerdo ante la escuálida presencia femenina desde todos sus aspectos esenciales: el jurado y los autores seleccionados. Las resentidas son las que enarbolan la espada de la justicia para constatar un hecho innegable, como es el que son muchísimas las que escriben pero que parecieran hacerlo en otra galaxia, en una muy lejana de lo que es la escena literaria de este planeta.

Así entonces, asistir a la publicación de un libro como Insólitas. Narradoras de lo fantástico en América Latina y España (Editorial Página de Espuma) es un hecho paradojal. Lo dicen Teresa López-Pellisa y  Ricard Ruiz Garzón: “Es la primera antología que se publica sobre narrativas de lo insólito en español escrita por mujeres a partir de un diálogo transatlántico entre Latinoamérica y España, y la primera que reúne a escritoras de diferentes generaciones de trece países con textos de todas las modalidades del fantástico en español”. Un verdadero banquete, pero en clave de revancha, porque a diferencia del otro Banquete, el de Platón, donde las mujeres no estaban a excepción de la fantasmal Diotima, y donde fue Sócrates quien hizo referencia a su pensamiento y a su persona, ahora son ellas las anfitrionas y comensales y, de paso, reciben a los visitantes. Y es que no deja de ser “insólito” que se trate de una antología que reúna a autoras de lo fantástico, un género amplio que de una u otra forma se rebela frente a la realidad, sea a través de lo sobrenatural o lo distópico, entre otras categorías, pero siempre subvirtiendo lo que entendemos como real. Entonces, estos dos estudiosos del género se dieron a la tarea de ir buscando estas perlas en el vasto mar escritural donde no brillan como debieran, por valiosas e inexcusablemente escondidas. Perlas ya cultivadas por el oficio como Luisa Valenzuela, Angélica Gorodischer o Ana María Shua junto a otras como Elia Barceló, Susana Vallejo, Mariana Enríquez, Cristina Jurado o las más jóvenes como Laura Fernández, Liliana Colanzi o Laura Rodríguez. De diferentes generaciones y países, de diferentes culturas pero que en todas ellas late la idea de rebelarse frente a lo que existe.

El caso de Alicia Fenieux resulta muy interesante cuando es la única mujer que escribe Ciencia Ficción en Chile. Un género que cuenta cada vez con más seguidores y fanáticos, grandes consumidores de historias fantásticas, terroríficas o distópicas en el formato de  series o películas. Pero lectores al fin, así hay que entenderlo y quienes con una debida articulación podrían ser conducidos a esta amplia mesa exuberante de libros que los esperan…que, en muchos casos, fueron lo que inspiró la película, por cierto.

En su cuento Lipívoras, Alicia Fenieux imagina un mundo en el que la ingesta de alimentos grasosos ya no es problema para el sobrepeso debido a la existencia de unas bacterias muy particulares. Quienes siguen el tratamiento ostentan cuerpos esculturales ya que son esas bacterias las que devoran las grasas que consumen. Una solución maravillosa para una sociedad que adora al cuerpo y que hace de esta obsesión una industria muy lucrativa. Una realidad que explora Alicia Fenieux a través de su impacto en las relaciones humanas y amorosas y que luego su imaginación logra desintegrar en la mente del lector, como lo hace la buena literatura.

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Agosto 14, 2019

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